4 formas de mejorar la relación con tu cuerpo

Como tantas cosas de la condición humana, la relación que tenemos con nuestro cuerpo suele ser contradictoria. Por un lado, se trata del medio por el cual habitamos el mundo, es nuestro contacto con la realidad, pues a través de él la percibimos y experimentamos. Sin embargo, el ser humano puede experimentar una falta de conexión con el propio cuerpo, lo que conduce a subestimarlo.

Sanar la relación con el cuerpo requiere sobre todo un gran trabajo para desaprender algunos hábitos adquiridos, además de tiempo y paciencia. Además del cuidado de la salud física (alimentación, ejercicio, etc.), también es un recorrido personal que puede llevarnos a cuestionar ideas y prejuicios arraigados, para reemplazarlos con nuevos aprendizajes.

Ama tu cuerpo y honra su perfección

Todo empieza, por supuesto, con el amor. Esto es de alguna manera obvio, pero sabemos también que no es sencillo. En ciertas culturas y sociedades se enseña a mirar al cuerpo como un motivo de vergüenza y a subestimarlo. Pero en realidad, el cuerpo humano es una obra admirable de la vida y la evolución. Una síntesis de miles y miles de años de una historia que comenzó en la formación de los planetas y las estrellas y culminó, hasta ahora, en este instante del tiempo. ¿No es más bien, todo eso, motivo de orgullo y de amor? ¿No deberíamos sentirnos afortunados de contar con este cuerpo que nos permite estar en este mundo?

Conecta mente y cuerpo

En las culturas occidentales, durante mucho tiempo se ha fomentado la separación entre la mente y el cuerpo. De alguna forma, que seamos seres conscientes de nuestra propia existencia conduce casi inevitablemente a ello, pues con frecuencia el pensamiento avanza más rápido y más lejos que el soporte físico que lo contiene.

Sin mebargo, por más que nos parezcan entidades separadas, la mente y el cuerpo son parte de un todo y se afectan mutuamente. Todo lo que percibimos como mental se origina en algún punto de nuestro cuerpo, y no nos referimos únicamente al cerebro. Las cosas que pasan por los ojos, las sensaciones que nos llegan por la piel, los dolores, las emociones que agitan el corazón, la fatiga, la felicidad, el entusiasmo: todo ello tiene su correspondencia corporal, donde uno y otro se necesitan entre sí para existir.

Toma conciencia de esta relación y tu cuerpo se te revelará como un terreno vasto de significantes por descubrir. Prácticas como el yoga y el Kinam te ayudan a entablar esta conexión entre mente y cuerpo, primero para ser consciente de su relación y luego para mantener un vínculo armonioso entre ellos.

Advierte las necesidades reales de tu cuerpo

A diferencia de otros animales, en el ser humano la naturaleza convive con los comportamientos adquiridos de la cultura y la civilización. El ser humano es quizá el único capaz de aplazar sus necesidades y sus impulsos básicos para priorizar otro tipo de propósitos, y si bien esta cualidad es clave en el desarrollo personal y colectivo, también es cierto que es importante ponerla en perspectiva para no descuidar la salud del cuerpo.

En ese sentido, te invitamos a aprender a reconocer las necesidades reales de tu cuerpo y también a aprender a satisfacerlas. Por ejemplo, hay quienes inconscientemente sienten el impulso por comer o beber cuando se sienten angustiados, o quienes de pronto se sienten cansados ante una situación especialmente adversa. El hambre, la sed o el descanso son necesidades elementales, pero pueden llegar a convertirse en sustitutos de otras necesidades más amplias o bien, en formas de escape ante problemas que requieren otro tipo de soluciones.

Obsérvate sin juzgarte ni reprocharte nada. Simplemente toma conciencia de tu comportamiento. ¿Comes sólo cuando tienes hambre? ¿Qué tipo de comida eliges? ¿Hay momentos en que te sientes cansado(a) sin razón aparente? ¿Qué hábitos sientes que juegan en contra de tu bienestar y tu salud? En situaciones emocionales como la tristeza, la angustia, la frustración (entre otras afines), ¿sientes el impulso de comer, fumar o beber? ¿Crees que podrías evitar ese comportamiento y reemplazarlo con uno nuevo?

Que tu bienestar y tu salud sean tu prioridad

El cuerpo que tenemos es único, irremplazable y finito. Todo lo que hacemos o dejamos de hacer a lo largo de la vida repercute en él, para bien o para mal. De alguna manera, tomar conciencia del cuerpo significa también comenzar a poner en primer lugar la salud y el bienestar, tanto en lo inmediato como a largo plazo.

¿Qué necesita el cuerpo? De cierta forma, podríamos decir que sus necesidades son muy elementales: comer, beber, moverse y satisfacer la sexualidad. La singularidad humana, es cierto, complica un poco las cosas, pero quizá si comenzamos a pensar así, desde la perspectiva de una vida sencilla y simple, el panorama también se aclare.

Busca información sobre una dieta equilibrada y saludable, conoce los efectos que el consumo de alcohol o de tabaco tiene en tu cuerpo, dale a tu cuerpo más tiempo de movimiento y, en todo ello, date cuenta de los cambios que experimentas. Quizá vas a empezar a dormir mejor, a sentirte con más vigor, te enfermarás menos y es muy posible que casi de inmediato te vas a sentir de mejor ánimo.

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