Son espacios seguros y de apoyo, donde las mujeres pueden compartir experiencias, sabiduría y energía, en un entorno de confianza y respeto mutuo.

Es una hermosa práctica que equilibra la energía yin y proporciona un momento de introspección y serenidad.

Este estilo de yoga se basa en la bondad inherente de todos los seres y del universo, por lo que alienta a los practicantes a alinearse con esta bondad fundamental.

Cada fase de la luna ofrece una oportunidad para enfocar la práctica de yoga hacia el equilibrio interno y la renovación energética.

Es una modalidad de la práctica de Ashtanga Yoga, que destaca por su enfoque personalizado, dentro de un entorno grupal.

Consiste en ejercicios que se enfocan en mejorar la fuerza general, la coordinación, el equilibrio, la postura y la agilidad.

Este estilo de yoga integra enseñanzas filosóficas y éticas que ayudan a los practicantes a vivir una vida más centrada y consciente.

El Yin Yoga se caracteriza por su enfoque pausado y meditativo, con el fin de profundizar en la flexibilidad y promover la serenidad mental.

Rocket Yoga es una versión dinámica y rápida del Ashtanga Yoga; es una práctica energizante y liberadora que desafía tanto el cuerpo como la mente.

Algunas asanas mejoran la alineación de la columna, reduciendo así la inflamación del nervio ciático.

Esto puede ayudar a cultivar la tranquilidad y la concentración necesarias para profundizar en tu práctica espiritual.

La práctica del yoga durante el solsticio es una manera poderosa de conectar con la energías cósmica y fomentar la renovación y el equilibrio interior.

Es una celebración anual que tiene lugar cada 21 de junio, destinada a honrar una de las prácticas físicas, mentales y espirituales más antiguas del mundo.

La resiliencia es la capacidad de recuperarse de los desafíos y adaptarse a las adversidades con fortaleza emocional y mental.

El yoga mejora el sistema inmunológico a través de varios mecanismos, incluyendo la reducción del estrés, la mejora de la circulación sanguínea y el fortalecimiento de las respuestas del cuerpo.

El yoga ayuda a estimular las glándulas del sistema endocrino, responsable de la liberación de hormonas.

Al integrar prácticas como la gratitud, la atención plena, la conexión social y el altruismo en tu vida diaria, estarás dando pasos concretos hacia una mayor felicidad.

La atención plena implica estar completamente presentes y conscientes de nuestras experiencias, emociones y entorno en el momento actual, sin juzgar.

Al integrar la actividad física en la rutina diaria, podemos cultivar una mente más resiliente.

Una dieta rica en omega-3, antioxidantes, antiinflamatorios y fibra prebiótica puede ayudar a mejorar la función cerebral.