Asanas para liberar la tensión acumulada en hombros y cuello

En la vida moderna, el estrés, las largas horas frente a pantallas y la mala postura generan una acumulación constante de tensión en la zona de los hombros y el cuello. Este malestar puede traducirse en rigidez, dolores musculares, migrañas y una sensación general de incomodidad que afecta nuestra salud física y emocional.

Afortunadamente, la práctica regular de yoga ofrece herramientas para liberar esta tensión y restaurar el equilibrio. Las siguientes asanas te ayudan a trabajar estas zonas específicas del cuerpo, al promover la movilidad, la liberación de tensiones y una mayor conciencia corporal. Al practicarlas con atención plena y respiración consciente, no solo relajamos los músculos, sino que también aliviamos el estrés acumulado en la mente.

Garudasana (Postura del Águila)

Aunque en su forma completa involucra piernas, solo la versión de brazos ya ofrece grandes beneficios. Ayuda a abrir la parte alta de la espalda, estira los músculos entre los omóplatos y alivia la tensión en hombros.

Gomukhasana (Postura de la cara de vaca)

Este estiramiento profundo de hombros y brazos alinea la columna y libera bloqueos en la parte alta de la espalda. Es ideal para quienes sufren de rigidez postural por trabajar muchas horas sentados.

Uttanasana con brazos extendidos hacia atrás

La flexión hacia adelante combinada con los brazos extendidos por detrás de la espalda, mientras se entrelazan los dedos de las manos, ofrece una liberación profunda del pecho, hombros y cuello, además de calmar el sistema nervioso.

Balasana (Postura del niño) con brazos extendidos

Esta versión activa suavemente los músculos de la espalda alta y el cuello, y alarga la columna. Al conectar con la respiración, permite soltar tensiones físicas y mentales.

Marjaryasana-Bitilasana (Gato-vaca)

Esta secuencia dinámica entre el arqueo y el redondeo de la columna moviliza suavemente toda la espalda, liberando contracturas y mejorando la movilidad del cuello.

Supta Matsyendrasana (Torsión espinal reclinada)

Aunque es una postura de torsión, al incluir brazos extendidos y dirigir la mirada hacia el lado opuesto, proporciona un estiramiento delicioso para cuello y hombros, mientras masajea la columna.

Consejos para la práctica

  • Realiza cada postura de forma lenta, escuchando tu cuerpo.

  • Mantén las asanas entre 5 y 10 respiraciones profundas.

  • Evita forzar el cuello; permite que el movimiento surja con suavidad.

  • Puedes usar soportes (como bloques o mantas) para mayor comodidad.

Liberar la tensión del cuello y los hombros es también un acto de autocuidado emocional. Estas zonas suelen reflejar cargas mentales, estrés y preocupaciones. Al relajarlas, le damos permiso al cuerpo y al alma para descansar, respirar y volver a su centro. Practica con regularidad y verás cómo, poco a poco, no solo tu postura mejora, sino también tu calidad de vida.

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