Chakras y emociones: cómo equilibrar tu sistema energético a través del yoga
Nuestro cuerpo no solo está formado por músculos, huesos y órganos, sino también por energía. Según la tradición del yoga y otras filosofías orientales, esta energía vital fluye a través de canales conocidos como nadis y se concentra en centros específicos llamados chakras.
Los chakras son centros energéticos que se encuentran a lo largo de la columna vertebral y no solo regulan la energía física, sino también nuestras emociones, pensamientos y patrones de conducta. Cuando estos centros están equilibrados, experimentamos armonía y bienestar; cuando están bloqueados o desequilibrados, pueden surgir tensiones físicas y conflictos emocionales.
El yoga es una herramienta poderosa para armonizar los chakras y liberar bloqueos energéticos. A través de posturas (asanas), respiración consciente (pranayama) y meditación, podemos activar cada uno de los chakras y cultivar una relación más sana con nuestras emociones.
A continuación, te compartimos una guía de los principales chakras, su relación con las emociones y cómo equilibrarlos mediante el yoga:
Chakra Raíz (Muladhara) – Seguridad y estabilidad
Ubicación: base de la columna.
Emoción asociada: miedo, inseguridad.
Cuando está equilibrado: te sientes enraizado, seguro, presente.
Asanas recomendadas: Tadasana (postura de la montaña), Malasana (postura de la guirnalda), Virabhadrasana I (guerrero I).
Consejo: practica con atención a tus pies y tu conexión con la tierra.
Chakra Sacro (Svadhisthana) – Placer y creatividad
Ubicación: debajo del ombligo.
Emoción asociada: culpa, represión, dificultad para sentir placer.
Cuando está equilibrado: fluye tu creatividad, sensualidad y emociones.
Asanas recomendadas: Baddha Konasana (mariposa), Bhujangasana (cobra), Upavistha Konasana (flexión hacia adelante en apertura de piernas).
Consejo: conecta con el movimiento fluido, baila y explora sin juicio.
Chakra del Plexo Solar (Manipura) – Confianza y voluntad
Ubicación: zona del estómago.
Emoción asociada: vergüenza, baja autoestima, rabia.
Cuando está equilibrado: te sientes empoderado, motivado, con dirección.
Asanas recomendadas: Navasana (barco), Ustrasana (camello), Ardha Matsyendrasana (torsión sentada).
Consejo: trabaja tu centro con fuego interno y práctica de respiración (Kapalabhati).
Chakra del Corazón (Anahata) – Amor y compasión
Ubicación: centro del pecho.
Emoción asociada: tristeza, resentimiento, soledad.
Cuando está equilibrado: puedes dar y recibir amor con libertad.
Asanas recomendadas: Ustrasana (camello), Setu Bandhasana (puente), Anahatasana (postura del corazón).
Consejo: abre el pecho y respira profundamente con gratitud.
Chakra de la Garganta (Vishuddha) – Expresión y verdad
Ubicación: garganta.
Emoción asociada: miedo a hablar, timidez, frustración.
Cuando está equilibrado: comunicas con autenticidad y escuchas activamente.
Asanas recomendadas: Sarvangasana (vela), Matsyasana (pez), Simhasana (león).
Consejo: canta mantras, escribe, exprésate sin miedo.
Chakra del Tercer Ojo (Ajna) – Intuición y claridad mental
Ubicación: entre las cejas.
Emoción asociada: confusión, ilusión, falta de dirección.
Cuando está equilibrado: tomas decisiones sabias y escuchas tu intuición.
Asanas recomendadas: Balasana (niño), Padmasana (loto), además de practicar meditación con enfoque en el entrecejo.
Consejo: crea espacios de silencio interior, observa tus pensamientos sin apego.
Chakra Corona (Sahasrara) – Conexión espiritual
Ubicación: parte superior de la cabeza.
Emoción asociada: desconexión, desesperanza, rigidez mental.
Cuando está equilibrado: experimentas paz, unidad y propósito superior.
Asanas recomendadas: Savasana (postura del cadáver), además de practicar meditación y realizar prácticas de contemplación.
Consejo: cultiva la presencia, la gratitud y la rendición a lo sagrado.
El yoga nos permite sintonizar con nuestro universo interior. A través de la práctica consciente de posturas, respiración y atención plena, podemos desbloquear emociones estancadas y armonizar nuestro sistema energético. Con cada respiración y movimiento, recordamos que somos más que cuerpo: somos energía, conciencia y luz.