3 rasgos que tienen en común las personas resilientes
La vida nunca será perfecta y a lo largo del camino te encontrarás con obstáculos, tiempos difíciles y situaciones adversas. Eso es inevitable y no lo puedes controlar, pero lo que sí puedes modificar es la forma en que reaccionas ante ello.
Si aprendes a verlas como lecciones, las dificultades te darán la oportunidad de aprender de ellas y resurgir con más fuerza. En psicología, esto se conoce como resiliencia emocional o psicológica, y te ayuda a enfrentar las adversidades de mejor manera, a superar los obstáculos y a responder mejor ante el estrés, el cambio y la adversidad.
Aunque ésta siempre ha sido una cualidad muy valiosa, cuando el mundo vive circunstancias tan adversas como las actuales, la resiliencia emocional se vuelve más esencial que nunca.
Así que si quieres saber si la posees o quieres empezar a ponerla en práctica, pon atención a los siguientes tres rasgos que tienen en común las personas resilientes.
Buscan significado en cada situación
¿Qué es exactamente lo que hace que alguien sea emocionalmente resistente frente a las dificultades? Al final, todo se reduce al significado que puedes darle a la situación. Lo que hace o deshace a una persona es la forma en que procesa el evento y su capacidad para darle sentido a todo.
Y esto no quiere decir que estés "feliz" por todo lo que te pase aunque sea algo malo, sino que evitas agobiarte por ello, sobre todo cuando se trata de algo que sale de tus manos y está fuera de tu control.
Un ejemplo muy claro son las constantes discusiones que surgen en redes sociales por temas como la política; no es algo que puedas cambiar o controlar, así que no ganas nada con enojarte o sentirte frustrado. Debes comprender que cada persona tiene diferentes contextos y puntos de vista muy diversos, los cuales no puedes controlar ni cabiar. Así que por más que muestres molestia, eso no hará que la gente cambie su forma de pensar, opinar y actuar.
Lo que sí puedes y debes hacer es ser responsable de lo que sucede en tu vida y tu entorno, cumplir con los lineamientos y ver tanto pior tu bien ocmo por el bien común. Eso es entender que no puedes cambiar lo que pasa ni lo que los demás piensan, dicen o hacen, pero sí ajustar tus acciones para hacer de tu entorno cercano algo mejor.
A partir de ahí, puedes recibir las lecciones que te presente la situación y comenzar a reconstruir. Eso es lo que hace alguien resiliente.
Dominan su "capital psicológico"
Un punto muy importante para lograr la resiliencia emocional es cultivar el llamado capital psicológico, es decir tu fuerza mental, saber quién eres, reunir tus fortalezas y usar eso para enfrentar las adversidades. Frente al cambio externo, mantenerse fiel a esa brújula interna es esencial.
Por supuesto, saber quién eres realmente requiere algo de trabajo, y el proceso de descubrimiento será diferente para todos. Pero, en pocas palabras, el capital psicológico se trata de cualquier cosa que te ayude a fomentar tu propio sentido de fuerza interior y la fe en ti mismo.
Para algunos, la meditación puede ofrecer esa fuerza interior, a través de la paz y el autoconocimiento; mientras que para otros, puede encontrarse en una conexión con la religión o la espiritualidad, al tener un ancla que mantiene la esperanza; y para algunos más, esa fuerza interior surge cuando practican alguna actividad que requiera un esfuerzo personal en todos los niveles, como la práctica de un deporte, pues cada vez que alcanzan y superan un objetivo, se sienten poderosos e invencibles.
Son pacientes y compasivos consigo mismos
La resiliencia emocional no siempre es algo natural. A menudo necesita tiempo para cultivarse, al igual que la fuerza interior. Pero cuando eres capaz de encontrar el significado y las enseñanzas de los momentos más difíciles, así como encontrar el lugar de la fuerza inquebrantable en tu interior, no hay desafío que no puedas superar con el tiempo.
Para llegar a ese estado de fortaleza interna, es necesario que seas paciente y compasivo contigo a lo largo del proceso. No te juzgues, no te exijas de más, permítete ser vulnerable y reconoce que a veces necesitas ayuda y apoyo. Y sé consciente de que no siempre te saldrá a la primera y que a veces te será difícil hallar esa fuerza interna, recuperar tu equilibrio y reencontrarte con tu paz interior; pero que sea difícil no significa que no puedas hacerlo, simplemente requieres tiempo, paciencia y constancia.